Tarde o temprano llega un momento en el que hay que realizar un rediseño web para adaptar nuestro negocio online a las nuevas necesidades que han ido surgiendo con el tiempo.
En primer lugar, quiero que pienses que rediseñar una página web tiene un mayor alcance que el mero hecho de cambiar su aspecto actual por otro diseño que guste más.
Tiene que cubrir las nuevas necesidades del negocio a la vez que eliminar las barreras que se han detectado y por las que se ha determinado hacer un rediseño de la web.
Estas necesidades pueden tener que ver con la estética de las páginas que componen la web, las estrategias definidas, una redirección en los objetivos del proyecto o venir obligadas por el deterioro lógico producido con el paso del tiempo.
Ahora voy a comentar más detenidamente algunas causas por las que querrías cambiar el diseño de tu web.
Tengo una idea, dime… ¿Qué nota le pondrías a tu web?
Piénsalo unos segundos y anótalo en un papel. Al finar del artículo te lo recordaré y podrás valorar cómo de bien está la plataforma digital de tu negocio.
Recuerda ir sumando “razones” y al final tendrás una visión más clara para saber si la web de tu negocio goza de buena salud o por el contrario está pidiendo una remodelación a gritos.
Vamos a ello…
Re-Diseño de la Web porque se ve anticuada
Es lo primero que te viene a la cabeza cuando se trata de dar un nuevo look a tu web ¿cierto?
¿Tu web ya no se ve tan bonita como cuando empezaste?
Lo sé, ya han pasado muchos meses o años y sigues con el mismo diseño con el que diste el salto a Internet.
Te has cansado de ver siempre lo mismo y crees que un aire nuevo le vendría bien. Te entiendo, es lo más normal y quizá tu audiencia esté pensando lo mismo y quiera ver algo de novedad.
También puede saberse si una web está obsoleta por los elementos que la componen. Por ejemplo, si tiene un slider (carrusel de imágenes que pasan continuamente) que hace años que no se llevan, tiene música (Dios no lo quiera)…
Seguramente te identificarás con este punto, pero creo que todavía no es suficiente razón como para lanzarte con un rediseño.
¿Tu competencia ha hecho cambios que te gustan?
Pasas algún tiempo revisando los negocios de tu competencia, bien hecho, y vas detectando que implementan acciones o elementos que a tu web le vendrían de perlas.
Otros actores dentro de tu sector están trabajando por posicionarse mejor e invirtiendo en estrategias para mejorar sus negocios.
Si esto está ocurriendo deberías ocuparte en no quedarte atrás.
¿Tienes una nueva imagen corporativa?
Has pasado tiempo recogiendo feedback de tu audiencia en cuanto a lo que esperan de ti y tu negocio.
También has testado cada servicio y producto que tienes en la web y has conseguido hacer una cartera de soluciones a los problemas de tus clientes.
Parece que los astros se alinean delante de ti y tienes claro cuál es tu cliente ideal, ese al que mejor puedes ayudar con tus servicios.
Ha llegado el momento de crear tu nueva imagen corporativa y ajustar tu web a esta nueva versión.
¿Pero si ya tenía una imagen? Cierto, creaste tu presencia en Internet con una imagen que creías que era la correcta, pero es ahora cuando realmente sabes cuál es… y dime ¿se parecen?
Realizar un nuevo diseño Web porque no se obtienen los resultados deseados
Este punto puede darse por sí solo o sumarse al anterior (todavía peor) sobre diseño antiguo.
Tu Web no hace el cometido que tenías pensado
Puedes tener un diseño relativamente actualizado pero que las visitas que llegan a tu web no realicen las acciones que esperas.
Aquí entra en juego el propósito de la web y la estrategia para conseguirlo. Y ya te adelanto que tu misión principal no debería ser vender, a no ser que tengas un ecommerce.
Deberías invertir todos tus esfuerzos en crear una comunidad a la que ayudar entorno a tu proyecto.
Tu misión será la de captar suscriptores para crear un lista de contactos a los que venderás en una fase posterior.
Si no tienes un sistema que recoja algún dato de las visitas, tienes un gran problema. ¿Cómo contactarás de nuevo una vez que ese marchen de tu web?
Para lograr un alto porcentaje de conversiones de visitas en suscriptores y de suscriptores en clientes, tu web debe tener un sentido y una estructura concreta.
Tampoco es lo mismo una página de venta que enumere las características del producto o servicio que vendes que otra que describa la transformación que va a lograr tu cliente si trabaja contigo. Y así con cada página de la web…
Volviendo a la estrategia, debes revisar cómo está funcionando tu embudo. ¿Cómo, que no has creado uno? Entonces tienes un segundo gran problema.
Una vez que los suscriptores te dejan su email ¿qué haces con él?. La idea es que le envíes emails de forma periódica con contenido de valor y de vez en cuando alguna propuesta de venta.
Cambias de rumbo y hay que adaptar el diseño
Si el propósito de tu negocio cambia, tu web también debe hacerlo
No serías la primera persona que da el salto a la red y con el paso del tiempo va pilotado su proyecto a medida que su aprendizaje le hace cambiar de idea.
Del mismo modo pueden surgirte sinergias con otros emprendedores y querer unir proyectos.
O lo que empezó como un hobby convertirse en todo un negocio.
Independientemente de si necesitas añadir servicios o eliminar algunos que ya no deseas, es inevitable tener que meterse con el diseño, embudos de venta y secuencias de email… para adaptarlo a las nuevas circunstancias.
Si la Web no funciona correctamente, hay que meterle mano sí o sí
Cuando empiezas con una web, por lo general todo va sobre ruedas. Apenas tiene unos cuantos artículos con unas pocas fotos y el hosting “va sobrao“
Empezarás con tu calendario editorial creando nuevas entradas con más imágenes (que casi seguro no optimizas), algún tuit insertado por aquí, un vídeo por allá… hasta que tu web se acaba convirtiendo en un monstruo que apenas se puede mover.
Sí, ese momento en el que cada vez que actualizas pides a la providencia que al menos te quedes como estás.
Tienes un laberinto de páginas y enlaces cruzados que dificulta la navegación de tus lectores y lo único que consigues es que huyan.
Tu web no es Friendly
La experiencia que tengan los usuarios de tu web cobra vital importancia para conseguir conversiones (registros, ventas…)
De media, los usuarios tardan poco más de cinco segundos en decidor si una web les interesa como para navegar por ella o se buscan otra.
Si tu página web no cuenta con una estructura coherente, un diseño limpio, mensajes claros… que faciliten la navegación, los usuarios se irán para no volver.
Además, si la arquitectura es un caos, a los buscadores también les costará navegar por las secciones de tu web y recibirás una penalización.
Tu web no es Responsive
Pero aún hay más, Google lleva tiempo penalizando a las páginas web que no están adaptadas para verse en todos los dispositivos (ordenados, tablet y móvil), lo que hace que además de no llegar a los usuarios de dispositivos móviles, tampoco estés llegando a los posibles clientes que usan un ordenador.
Fíjate en el gráfico de la derecha. Refleja los usuarios que acceden a mi web. Verás que más de la mitad usan dispositivos móviles.
Tarda día y medio en cargar
No me lo digas, cargas o editas una página y sientes que tu pelo se vuelve cano… Te desesperas y eso que tú le tienes todo el cariño que se le puede tener a tu Web.
Ahora imagina lo que siente una visita que llega por primera vez a tu web…
Este es un gran problema por varios motivos:
- Tu audiencia no tiene tiempo que perder y si tarda demasiado (4 o más segundos) cerrará tu página y se irá a la competencia
- Por el lado de las aplicaciones, tu web también estará penalizada. Por ejemplo, si recibes una visita de Google y la velocidad de carga es alta te penalizará en sus resultados. Si realizas publicidad con Facebook Ads y tu web tarda en cargar también te repercutirá en costes más altos de tus campañas
¿Quieres medir la velocidad de carga de tu web? Accede a esta herramienta y descúbrelo.
¿Quieres un hosting que vuele? Aquí una comparativa.
Tu web esta construida con herramientas obsoletas
En Internet. La tecnología cambia a cada rato y es frecuente encontrarse con herramientas que dejan de actualizarse o que son sobrepasadas por otras más evolucionadas.
Un ejemplo, muy común, son los maquetadores que se usan junto con WordPress para crear las páginas. Bien, si el diseño de tu web tiene ya unos años apostaría a que utilizas Visual Composer o WPBakery Page Builder. Si no lo tienes claro te diré que si tienes instalada una plantilla de themeforest el plugin lo tienes fijo.
Déjame decirte que te estás complicando la vida, hace tiempo que llego al mercado Elementor y se ha convertido en el rey por su facilidad de manejo y las características que aporta.
Ya no entro a hablar de posibles hackeos por utilizar Themes o plugins obsoletos, ni de plantillas de repositorios como themeforest que traen decenas de plugins añadidos que nunca vas a usar y lo único que hacen es sobrecargar tu hosting.
Por otro lado, podrías tener tu web en una de las muchas soluciones que existen para crear un blog gratuito y definitivamente has comprendido que si vas en serio con tu negocio debes dar el salto a una web profesional.
La página no está bien posicionada en los buscadores
Bueno, ¿recuerdas que al inicio de esta entrada de hacia una pregunta?…
¿Qué nota le pondrías a tu web AHORA?
Has revisado cada punto que te he explicado y quizá al terminar este artículo sobre rediseño web te hayas encontrado con alguna acción que hasta este momento no te habías planteado realizar.
Es cierto que tener una web bien optimizada no te garantiza que tu negocio vaya a tener éxito porque depende de cómo vayas a ayudar a las personas con tus productos o servicios. Pero no tener tu web en condiciones va a ponértelo todavía más difícil.
En cualquier caso, si por alguna o varias de las “razones” que te he explicado quieres dar un nuevo look a tu web, en DiseñaTuSueño puedo ayudarte:
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